Heroes - Lucía

Cogo el telefono y me rio. ¡Como una mayor! ¡Voy a llamar por primera vez!

Marco y llamo. Me contsta una señorita.

- ¡Hola! ¡Soy Lucia y queremos comer pizza!.... ¿De que las teneis?...¡¡De piña y jamon!! ¡Esa esa! Siiiiiiiii..... ¿Tambien teneis barbacoa? Ah... ES que no se si el abuelo come mucho, vale, pon esa tambien... Oye, perdona, ¿dais regalitos para niños?... Es que aunque no lo parezca sigo siendo una niña - bajo la voz - peroo aqui en casa ya se creeen que soy mayor... shhh, pero no se lo digas que yo lo se... ¡Si, si! Mi mamá t pagará. Vale, ¡gracias!
Cuelgo y me sonrio. Lo he hecho bastante bien.

El abuelo vuelve y pregunta de que las he pedido. Se lo digo mientras doy saltitos.

- ¡Una de piña y jamor york, y otra de barbacoa! Abuelito, ya estas limpio, ahroa cuentame cuenta!!

Y vuelvo a lanzarme a sus brazos. ^^

Con ella en brazos, al lado de su madre su abuelo comienza a hablarles con voz queda, más pendiente de María que de la pequeña.

- Seguro que te encuentras muy extrañada con todo lo que ha pasado en estos últimos días. Vamos a ir despacio ¿vale?

Acaricia la cabecita de la niña.

- Desde hace mucho tiempo, las personas especiales han sido perseguidas por otras con intereses...- hace una pausa buscando la palabra adecuada- poco nobles. Seguro que cuando estabas con papá y mamá, algunas veces has notado algo diferente en ellos, hasta tu eres especial - Hace cosquillas a la pequeña.

María mira a ambos seria, pensativa. Algún día tenía que ser en el que su pequeña se enterara, no creía que fuera tan pronto ni en estas circunstancias.

- Por eso los hombres malos han estado persiguiendo a papá y a mamá. Algo que no podemos permitir. ¿Sabes en que eres diferente?

¡Nos estan persiguiendo!¡Ala! ¿Por que somos raros? ¿Y en que somos raros? ¡¡Yo no soy rara!!

Me empiezo a asustar y abro los ojos mucho mucho.

- ¿Abuelito? ¿En que somos raros? Yo creo que somos normales...

Miro a mami, sigue estando muy seria... Yo no la veo rara... ¡Si es una princesa!!

Sentando al a niña en su regazo al lado de María.
- Normales... ¿alguna vez has sentido algo diferente estando con mama?, ¿has visto que mamá o papá hayan hecho algo fuera de lo común?, algo que el resto no pueden hacer...
- Ser “raros” no quiere decir que seamos malos, solo somos... diferentes.

Con una exhalación que se transforma en suspiro mira al frente.

- Cierra los ojos un segundo, vamos a jugar. El juego consiste en que te concentres mucho mucho mucho y sientas cualquier cosa diferente, alguna sensación, una vibración....eres una niña grande, seguro que...

En el momento de cerrar los ojos Lucía reconoce la sensación, el continuo escalofrío de varios días atrás....

Cierro los ojos tal y como me pide el abuelito... Entonces, algo raro pasa dentro de mi, la piel se me pone como la de una gallina y mi respiro cada vez mas deprisa... como Sergio Garcia de mi clase, que tiene asma... Me asusto e intento abrir los ojos...

¡¡No puedo!! ¿Qué me está pasando?? Me asusto mucho... ¡¡¡¿¿Que esta pasando??!!

La pequeña se pierde en si misma, envuelta en sensaciones cada vez más profundas, con los ojos cerrados dejándose llevar. En un primer momento asustada por lo que la acontece.

- No tengas miedo, deja que te lleve, siente lo que te rodea, nosotros estamos contigo.

Fuera de su control, dejándose llevar por las palabras de su abuelo, lejanas y tan serenas... deja que su habilidad la llene por completo. Con algo más de calma, como si de un juego se tratase, sin recelo, sin miedos se limita a sentir.

Del lugar en el que sabe que se encuentra su madre, percibe una cálida luz, una cándida vibración luminosa que rodea toda su figura. Por un momento sus vibraciones se sintonizan, llegando a controlar sus movimientos.
Casi sin darse cuenta su atención se centra en la de su abuelo, aquella persona que la sujeta entre sus brazos y observa la magnitud de su vibración. Mucho más grande, más rápida, más armónica en su movimiento, de un color más neutro....

Una caricia en su cara la saca de su peculiar estado de embriaguez mental.

- No debes forzar tu don, primero debes aprender a controlarlo- Termina la caricia.

Su rostro, su forma, su presencia ahora tan diferente con los ojos abiertos... El sueño la invade sin poder evitar quedarse profundamente dormida.

...........................


- Despierta... Lucía, la pizza, tenemos que comer.

Mami me despierta para comer, ay, ¿me he quedado dormida? ¡Pues si que estoy yo dormilona!

(brrrrr) ops!! las tripas me crujen!!! ¡¡ A comer!!!


Me acerco a la mesa donde estan sentados mami y el abuelito, les sonrio y cojo un trozo cuando mami me da permiso.

¡Espera! ¡Antes de dormirme, me pasó algo extraño! Senti como... ay, no se explicarlo... se como era pero no se decirlo..

- Abuelito, ¿que era lo que estaba sintiendo antes? ¿Qué es y por qué lo tenemos? - le pregunto mientras muerdo un trozo de pizza.

- Ya no eres una niña pequeña, te lo explicaremos todo si terminas toda tu parte sin dejar nada.

...........................

- Bien- sin saber que palabras son las más adecuadas para situaciones como estas comienza a hablar en un tono comprensivo - El porqué lo tenemos... es algo que no puedo contestar porque no lo sé, el que es... una habilidad, diferente en cada uno, mucha gente en todo el mundo tiene habilidades especiales, como los superheroes de los dibujos, en algunos casos como los villanos. Mamá te ayudará a controlar el tuyo antes de emprender el viaje. Desde este momento tienes que estar atenta a todo lo que te rodea, no sabemos donde pueden aparecer los malos... ¿Vale?....

Espera muy descolocado a las reacciones de sus dos “mujeres”.

Vaya, ¿vamos a viajar? ¿Y mi osito?... ¡¿Y que poderes tengO?

- Pero abuelito, y mis poderes, ¿que poder tengo? Puedo volar o puedo lanzar rayos laser con los ojos, o tal vez puedo hablar con los animales... ¿que es el poder que tengo? - le pregunto nerviosa, ahora me siento como una heroina.

Miro a mami y le sonrio. Sabia que mamá era de ese mundo de fantasia que papá siempre me habia dicho.

- No lo sé, eso es algo tuyo. Mamá te ayudará, quedan pocos días. - Mira a María - ¿Segura?

La mujer asiente con la cabeza muy segura y seria.

.......................

Durante dos semanas madre e hija tratan de controlar el poder de la pequeña. Tras casi 10 días y un avance en las sensaciones la pequeña pierde el control durante unos momentos, despertando en la cama, con su abuelo al lado.

- Ha sido una siesta muy larga, casi dos días... Mamá hubiera preferido esperar para despedirse pero no podía, tenía asuntos por atender... ¿como te encuentras?

Me levanto de "perrrente" y abro los ojos, ¿Y mamá?

- ¿¿Mami, donde esta mami?? ¿Por qué se ha ido?? ¿Y mami? - le pregunto casi a punto de echarme a llorar, me encuentro un poco nerviosa y la barriguita me duele - ¡¡Abuelito, y Mami??

Me cogo a su camisa y lo miro, una lagrima me cae por la mejilla y la barbilla ya me esta empezando a temblar.... Voy a echarme a llorar..

– Se ha tenido que ir de viaje, como te había dicho.

La niña todavía débil se recuesta al borde del llanto en la cama, entrando en un sueño.

......................

En un pasillo blanco nuclear perfectamente iluminado por potentes focos se encuentra su madre, esperándola, con los brazos abiertos, de cuclillas. Ella corría por el enorme corredor hacia ella. Detrás, de pié su padre, con los brazos cruzados y una seria expresión en su rostro ahora pálido.
A mitad del camino se encuentra algo que la desconcierta, de detrás de sus padres una figura con ropa oscura, guantes negros, enormes manos sujeta a su padre llevándoselo. Al darse cuenta María se levanta y echa a correr detrás de los dos hombres.
La niña se queda sola en el corredor, incapaz de gritar, con movimientos más y más lentos... un extraño calor en la cabeza, un calor muy familiar.

Fruto de la fiebre, o tal vez de algo más la niña se despierta empapada. A su lado tomándole el pulso el oriental que viera el primer día al llegar a aquel edificio. A los pies de la cama su abuelo observando la escena.

Tras intercambiar unas palabras en japonés el oriental abandona la habitación a la par que su abuelo se acerca a la cabecera.

- Ahora tienes que encontrarte mejor.

La niña repara en su mejoría, más liviana más enérgica, más...

“¿Y mamá?”

Miro a mi abuelito... asi que estaba soñando, me encojo y me escondo debajo de las sabanas. Tengo miedo... echo de menos a mis papas

- Abuelito, ¿donde esta papa y mami? Los echo de menos, ademas, he tenido una pesadilla... soñe que se llevaban a papa y que mama lo seguia... ¡¡Quiero estar con ellos!! - me sigo escondiendo entre las sabanas y escondo la cara en la almohada... voy a llorar!!

Sin saber como reaccionar ante semejante situación su abuelo espera a que la niña se tranquilice, sentándose a su lado, apoyándola con su presencia a falta de algún sustento mejor para el dolor que experimenta.

"Demasiados cambios en tan poco tiempo, ningún niño debería pasar por esto.."

........................

Enfurecido tras conseguir con mucha dificultad que la niña se vuelva a dormir sale de la habitación haciendo el menor ruido posible.

Me despierto de golpe y veo que no hay nadie conmigo... ¡¡¡no hay nadie!!

Me levanto deprisa y salgo corriendo, todo es blanco y todo esta muy vacio.

- ¡¡¡Abuelito!!! ¡¡Mamá!! ¿Dónde estais? - grito muy nerviosa

Creo que estoy sola... Pero a lo mejor es una pesadilla, ¡si! ¡todo ha sido una pesadilla!

Vuelvo corriendo a la cama y me escondo debajo de las sábanas, cierro con fuerza los ojos... Uno... Dos... Tres.... Seguro que ha sido una pesadilla... Cuatro... Cinco... Ahora cuando abra los ojos mami estará conmigo... Seis ... siete... Y el abuelito me dará el telefono para qeu vuelva a pedir comida... Ocho... Nueve... Y papá llegará con el Señor Osito... Diez!!!

Me incorporo y abro los ojos, seguro que todo ha sido un ...

Sigo en esta habitación, sola y sin mamá... Me echo a llorar, estoy muy nerviosa, salgo corriendo y llamo al ascensor que hay en el pasillo.. No funciona! Corro otra vez y busco las escaleras....


off: si hay escaleras las bajo.... Si no hay, pues nada, la pobre Lucia empezará a buscar una salida o a alguien que pueda haber por ahi.

La niña corretea nerviosa por la habitación buscando a alguien en la planta, unas escaleras que puedan sacarla de allí... algo...
Con los ojos empeñados por las lágrimas trata de abrir las puertas que se va encontrando. La única que responde a ese movimiento es la de una habitación muy parecida a la que acaba de abandonar.

La campanilla del ascensor suena y las puertas se abren. De que se cierran las puertas unos pasos sobre la moqueta se van acercando a la habitación en la que se despertó.
Unos segundos después se detienen para acelerarse por toda la estancia, dirigiéndose hacia la habitación en la que la niña ha intentado esconderse bajo la cama.

- ¿¡Lucía!? – La voz de su abuelo parece muy preocupada.

Oigo la voz del abuelito cuando ya me he escondido debajo de la cama. Intento salir de ella para lanzarme a los brazos de mi abuelo.

- ¡¡Abuelito!! - grito nerviosa

Y corro hacia él!!

El hombre la recibe con los brazos abiertos agarrándola. Aliviado de que la pequeña esté sana y salva respira profundamente con un gran suspiro.

– ¿Que hacías ahí? He bajado un momento y no estabas en la habitación.

La coloca delante suyo para hablarle a la misma altura.

– Ahora que mama no está tenemos que arreglarnoslas solos... tengo mucho trabajo y no puedo estar contigo todo el día. Supongo que eres muy pequeña todavía para estar sola, ¿qué te parece si buscamos a alguna amiga para que te haga compañía mientras ella vuelve?.

Pensando en alguien mira a la niña a la espera de respuesta.

No se por qué, pero estoy empezando a "pospechar" que a lo mejor me voy a quedar sola...

Primero se va papá y ahora mami no está conmigo. Estoy con el abuelito, pero él dice que también se va a tener que ir... Que tiene trabajo, pero... ¿voy a quedarme sola? Si me gustaria tener una amiguita pero... yo prefiero a mis papás...

- Abuelito... Vale, voy a ser una niña buena y "resonsable". Voy a aguantar como una chica mayor, aunque tenga que quedarme solita... Y bueno, si quieres que tenga a una amiga... la tendré porque te haré caso - le digo muy triste.

Me miro los pies y una lagrimilla me cae. Jou... ¿por qué está pasando todo esto? Yo queria estar con mi familia en mi casa, y seguir yendo al cole, y dormir con mi osito...

- Hoy pasaremos el día juntos. ¿Donde te apetece ir?, podemos ver una película, ir al zoo... a cualquier lado que te apetezca.

El hombre aún descolocado marca distraído en el teléfono un número más que conocido.

- Puede que una compañera nos acompañe, seguro que os lleváis bien.

¿El abuelito quiere estar conmigo? ¡¡Que bien!! Me ha puesto muy contenta

Me subo a la cama y empiezo a dar botes, ¡¡que bien!!

- ¡VAmos al zoo! ¡ A ver a los flamencos y a las jirafas! ¡Y tambien a los elefantes! - digo muuy contenta - Pero.. ¿Habrá hipopotamos? - añado muy pensativa.

Dejo de botar y pienso en los hipopotamos... Espero que si hay no esten durmiendo bajo el agua, creo que les gusta más dormir la siesta que a papá...y mira que papi es dormilon!! uy si lo es!!

Una llamada de teléfono interrumpe la alegría de los botes de la pequeña.

- ¿Si?, En la ciudad.... ¿seguro de que es ella?, encontradla antes que ellos, no quiero que tenga ni un rasguño. Llega en el mejor momento.
- No, hoy no puedo, encárgate de ello, más tarde volveremos a hablar.

Con un gesto de preocupación y alegría su abuelo se dirige hacia la cocina.

- Antes tendremos que preparar algo para comer, ¿qué te apetece llevar al zoo?

Su rostro se vuelve a suavizar mostrando un gran alivio.

- ¡Sandwichs de paté con queso! - digo saltando hacia él para darle un beso muy fuerte.

- ¡Vamos al zoo! ¡yuuu uuu! - digo cantando, mientras bailoteo alrededor de mi abuelito.

Y bailo y bailo mientras canto la cancion que me enseñaron en el cole.

- Un elefante se balanceabaaaa sobre la tela de una araaaaña - empiezo a cantar mientras me mezco para alante y para atras

- Ya tenemos una posible amiga que podría quedarse contigo, tenemos que confirmar que esté en la ciudad el tiempo suficiente para que podáis haceros amigas y jugar mientras estoy en el trabajo, ¿que te parece?

Su abuelo comienza a buscar por la cocina lo necesario para los sandwiches, su expresión se ha suavizado pasados unos segundos desde la última llamada, parece que se ha quitado un peso de encima.

- Me parece bien, abuelito, pero... ¿cómo se llama? ¿y cuantos años tiene? ¿es muuy guapa o más bien tirando para normal? - le pregunto mientras hago gestos con la mano.

Espero que al menos sea simpatica... si tenemos que ser amigas... ¡¡seguro que es la mejor!!