Diana "Artemisa" García

-Mmmm valla suena como si fuera peligroso Olimpo. Dime donde quedo tu sentido de aventura.

-Lejos de las acciones peligrosas Artemisa, piensa lo que estas haciendo bien, son mas de 30 metros de caída libre desde la fachada del edificio hasta el de al lado, el que nos interesa

-30 Metros solo es eso, no es una de mas de 11 estamos bien Olimpo ahora deja de preocuparte de eso y veme monitoreando lo que están haciendo los guardias de la casa. Olimpo una ves que estas en eso ¿puedes poner algo de música?, para poder romper la tensión que se respira de tu parte.

-ja ja, ja, ja, Artemisa tu siempre con tus cosas bueno que se va a hacer te pondré algo para que se nos calmen los nervios a los dos. Listo pero ten bajo el volumen para que escuches mis indicaciones de acuerdo.

-Si papa dejare bajo el volumen del estero para que tu puedas leer en el estudio.

-Bueno pon atención a esto la distancia de la azotea a la fachada es de unos 20 metros de distancia; tendrás que ver la manera de como superarlos; alguna idea se te a ocurrido ya.

-Mmmm en eso estoy aquí no me serviría de nada el arpón de gancho, pero si lo vemos de ese modo el ruido llamara la atención de los guardias así que debemos de tener cuidado con los ruidos estrepitosos

Al inspeccionar el edificio desde abajo con mucho detenimiento Artemisa se fija que los cables de donde están las lineas de teléfono están ubicadas en el edificio contiguo al del odjetivo. toma el micrófono y llama a Olimpo desde el.

-¿Olimpo alguna vez de niño jugaste deslizarse de un lado a otro con una cuerda? que te parece jugar a deslizarse por la soga ahora, he encontrado una manera de como poder entrar sin llamar la atención y también sin poner en peligro mi integridad física. De un edificio al otro edificio están las lineas de teléfono que van en dirección de la casa del señor William.

Artemisa baja de la moto y espera la confirmación de Olimpo para poder poner en acción su plan de tomar los documentos y poder salir rápido sin ser vista toma otra vez el microfono y habla por el de nuevo.

-¿Que te perece la idea Olimpo, divertida no lo crees asi?

- Siempre tienes que ignorar lo que te dicen ¿no es así?- El tono de reproche era más que apreciable por el intercomunicador.

Una pausa en la comunicación, sin duda estaba pensando algo.

- El paso de un edificio a otro no es sencillo, además los cables que comentas están demasiado bajos, son dos riesgos. El primero el entrar en el edificio contiguo para luego pasar por el cable hasta el de al lado y como no, entrar por una ventana. Ruido estruendo... no se me ocurren otras palabras para describirlo.
- En ambos edificios un "portero" vigila la entrada 24 horas y ahora de noche la puerta no es accesible para cualquiera, aún así sigo viendola como la mejor forma de entrar. Repito lo que antes dije, No estamos preparados.
- ¿Como pretendes pasar sin ser vista?

-Bueno en vista de que piensas de que la manera de que pase desaparecida es para ti algo nula. Que tal si lo hacemos de la manera de que me vean te parece; dices que el señor Williams siempre viene acompañado de una joven de la vida galante, ¿que tal si le damos eso como premio de su caso que casi gana en el juzgado?. Te parece la idea Olimpo

Al terminar de decir eso Artemisa baja de la moto con dirección de el edificio donde se encuentra el portero donde esta la habitación de el señor Williams antes de entrar al edificio se detiene hace una pausa y toma aliento para lo que viene sabe que Olimpo tratara de detenerla espera que se comunique para que en plana acción dentro del edificio no tenga interrupciones de el por el momento

- Tienes que .... porqué .... y ..... Arte.... chas...... - Las interferencias se hacen más y más fuertes hasta que la comunicación se corta por completo.

El ruido cesa segundos después quedando la frecuencia total y completamente en silencio.

Artemisa aún a la espera mira hacia la puerta del edificio. En la puerta uno de los “conserjes” se encuentra fumando un cigarrillo lo suficientemente alejado de la puerta como para que el humo no entre en el interior.

Al caminar hacia el primero de los conserjes con un caminar cadencioso con el casco todavía puesto al estar enfrente de el solo unas palabras sensuales salen de ella al momento que se destapa la careta de el casco

-Disculpa vengo a ver al señor Williams vengo de parte de el señor Jhon tengo que darle "un regalo muy especial" de su parte. Me podrías decir si esa adentro de su departamento

Trata de dejar a un lado las cosas que sabe no le ayudaran es este momento y trata de tomar una actitud como de una mujer galante, de paga de esas que esta acostumbra a recibir el señor Williams. Mientras esta frente al conserje lo ve con una mirada que refleja sensualidad y misterio.

El hombre mira a Artemisa. Le llama la atención la ropa oscura de esta.

- El señor no ha comunicado nada en recepción.- Presiona un discreto botón en la solapa de su traje.- Recepción, tenemos aquí a una joven que busca al señor Williams, confirme con él. Viene de parte de un señor Jhon.

- Espere un momento, ahora nos confirmarán si el señor está en casa y desea recibirla.

Con una suave movimiento se su parte Artemisa toca el hombro de el conserje camina al rededor de el todavía tocando lo que es el cuello y el hombro del conserje. Al estar detrás de el con la misma voz con la que se presento le susurra la oído las siguientes palabras.

-Es una entrega muy "especial" para el ya sabes de esas que el habitual mente trae a casa todas la noches. Sabes muy bien que se enoja cuando lo que el pide no se lo llevan al momento y mas si se trata de su "regalo" por cerrar un buen negocio. El señor Jhon me dio instrucciones una vez que yo estuviera aquí, que lo esperara en su cuarto y le prepara su "regalo" le diera una bienvenida como el se merece y darle todo lo que el pida; sabes a lo que me refiero o ¿acaso estas dispuesto a enfrentar su ira por no tener todo preparado por tu culpa?

Se que haces tu trabajo como buen conserje y creo que también mereces un buen premio por hacerlo también. Que tal si después de que termine con el señor Williams tenemos una buena compensación por tu buen trabajo ¿Que opinas?

El conserje visiblemente interesado se deja acariciar por la joven mientras se inclina hacia delante. Sonriente, visiblemente alagado por "gustar" a una mujer como ella la mira de arriba a abajo.

Pese al traje de "trabajo" su belleza era considerable, todavía podía gustar a un hombre.
Cuando el hombre se dispone a decir algo su rostro cambia de repente. Toca con su mano en el oído y responde por el Walky...

- De acuerdo, ahora vamos.

Mira hacia la joven con una pequeña decepción.

- Parece que tendremos que dejar esa gratificación para otro día, el señor estaba esperándola, ahora la acompañará mi compañero.

Le hace un gesto con la mano para que vaya delante hacia la puerta.

El conserje se presta a las insinuaciones de Diana tal parece que lleva una buena estrategia hasta ahora, mientras siguen lo coqueteos de ella hacia el conserje el de pronto se lleva una mano al oído y por medio de un Walky responde.

- De acuerdo, ahora vamos.

Mira hacia la joven con una pequeña decepción.

- Parece que tendremos que dejar esa gratificación para otro día, el señor estaba esperándola, ahora la acompañará mi compañero.

Le hace un gesto con la mano para que vaya delante hacia la puerta.

Ella lo ve por entre la abertura del casco y camina unos pasos y se detiene para musitarle unas palabras al conserje -Espero que me puedas hacer un favor quisiera que nadie nos interrumpiera mientras estamos solos el señor Williams y yo tu sabes sera una noche larga y las interrupciones le hacen ponerse un poco histérico y no queremos que eso pase por hoy verdad "chico" pero ten en cuenta que si termino temprano con el tendremos esa gratificacion de la que te había hablado hace poco ¿Crees poder hacer ese favor "Guapo"?

Camina hacia el ascensor con el mismo contonear con el que entro al edificio mientras espera la respuesta del conserje. Mientras tanto en su cabeza Artemisa prepara la siguiente jugada para lo que viene dentro del departamento "Solo espero que mi suerte siga igual como hasta ahora. Perdoname Alberto pero tengo que entrar de alguna forma y se me vino a la cabeza lo de la discusión de la zorra de sociedad y creo que es hora de ponerlo en practica, solo espera un momento para que pueda tener de nuevo contacto contigo, solo espera es lo único que pido"

Tras poner el pié en recepción puede ver que el compañero del conserje con el que ha estado hablando es un hombre armado, un guardia de seguridad.

- La guiaré hasta la habitación señorita, por favor quítese el casco y rellene con su nombre en el registro de visitas .

Deja sobre la mesa del mostrador una carpeta con varios papeles.

“Nombre, Apellidos y Visita a...” Este último campo vacío, tachado con una “X” en la casilla a rellenar.

- De que termine continuaremos. - El hombre asienta los pies en el suelo en una postura firme.

Con cara de pocos amigos espera a que la muchacha termine todos los trámites para poder guiarla hacia el interior del edificio.

Artemisa camino hasta donde se encontraba la libreta de las firmas en donde estaba las respectivas preguntas ella puso lo siguiente:

Nombre:Artemisa

Apellido:Freyniana Olimpus

Visita a:Un amigo

Y tacha donde se le a pedido acto siguiente ve al otro conserje y le dice.

"No puedo poner a quien visito por dos razones. La primera el señor Jhon me dijo que no mostrara a quien vengo a visitar y suma discreción de mi parte.

La segunda es que si me pides que me quite el caso tiene que ser en otro lugar lejos de las cámaras como te lo he dicho tengo ordenes de no proporcionar mas datos de los que me han dado. Como se verían en las tabloides que mujer de la vida galante entra al departamento de portentoso empresario. Eso en vez de ayudarlo lo desprestigiar. Soy una profesional y como tal tengo también una reputación que cuidar si gustas haré lo que digas de quitarme el caso pero fuera de toda cámara de seguridad no puedo dejar en evidencia lo que hago. Entiendes chico rudo.

Mmmm tal como me gustan tipos rudos y fieles a su trabajo podemos dejar eso de las demás revisiones que crees que tengo debajo del casco una bomba en vez de cabeza vamos hombre rudo, el tiempo que tarde aquí te lo descontaran a ti de tu salario por hacerme quedar mas tiempo del que se me pago, y mira que salgo cara en lo que se refiere al tiempo extra. o puede que te perdone por retrasarme de otra manera hombrezoto"

Su mano toca su pecho del conserje y baja hasta la cintura en espera de laguna reacción de parte de el conserje.

Artemisa espera la respuesta del otro conserje y ver que sucede con toda la platica que a hecho con el

El guardia no hace esperar su reacción. Tras escuchar atentamente con cara de complacencia toda la conversación de Diana le sujeta la mano y la empuja hacia atrás separándola de él.
Llevando su mano visiblemente hacia la cartuchera del revolver.

- Estas cámaras son privadas, las grabaciones incumben únicamente a los vecinos del complejo. Repetiré la petición y requeriré una documentación.

El hombre espera a punto de desenfundar el arma.

- Aquí centro. Instrucciones, la señorita puede subir con el casco si así lo desea, efectivamente la esperan pero... tenemos instrucciones especiales.

La cámara situada encima de los dos “contertulios” se mueve enfocando hacia abajo, captando toda la escena.

- El señor tiene una petición para su amiga, ya han hablado antes. Subirá esposada y solícita. La escena ha de parecer un arresto en todos los aspectos.
- Recibido alto y claro.

El guardia con una sonrisa desenfunda su arma y apunta hacia Diana.

- Hagámoslo lo más real, por lo visto los clientes que frecuentas tienen gustos un tanto curiosos ¿no crees?- Suelta las esposas de la parte trasera del cinturón.
- ¡Boca abajo y las manos en la cabeza!

-Si señor policía e sido una niña muy mala y debo de ser castigada de acuerdo como el juez me lo diga, por favor pongame las esposas pero de frente para que pueda poder suplicar frente al juez cuando lo tenga de frente de mi. Le gusta la idea señor policía

Artemisa usando sus encantos todavía trata de que el conserje le ponga las esposas de frente para que al menos así si ocurre algo tenga al menos alguna ventaja con las manos de frente. Mientras intenta eso piensa en Alberto que debe de ser todo un mar de nervios, por la comunicacion cortada desde hace mas de media hora.

"Diablos Alberto debe de ser todo un manojo de nervios por las comunicaciones cortadas debo de poder tener alguna platica con el lo mas rápido posible para que no haga algo de lo que después se arrepienta esos cerdos hombres todos son iguales ven la oportunidad de tener sexo fácil y no la desaprovechan son unos cerdos me repugna mas con los ojos que me ven antes he tenido que aguantar cosas similares pero no esto a este grado; tengo que seguir aguantando la treta si quiero obtener lo papeles que están le cuarto de el señor William's. Vamos cerdo llevame de una vez por todas con William's de una vez por todas que el tiempo apremia y esto de tener que lidiar con cerdos no me gusta"

De pronto vuelve a hablar con el conserje par que agilice las cosas - Vamos señor policía que el juez espera al infractor y no debemos de hacer esperar la juez. Puede que se enoje y eso no estaría bien hacercelo al juez. Verdad señor policía.

Al terminar de decir eso estira las manos para ver si el conserje le toma la palabra de poner las esposas de frente y por la espalda como el pensaba hacerlo.

El hombre se dirige con cara de estar complacido a la joven.

- Está bien, que sea como quieres, seguro que al señor le gusta – Le coloca la esposa en la muñeca derecha primero con mucha suavidad mirando de reojo a la cámara con nerviosismo- aunque claro está... esto ha de ser ....-

Sin dar tiempo a terminar la frase tira de los grilletes hacia él girando el cuerpo de la joven. El brazo se retuerce llevando la muñeca a la espalda de Artemisa. El dolor le recorre todo el brazo, el cabrón sin duda ha hecho esto más veces...

Terminando de esposarla la gira para que quede de frente a la cámara de seguridad que pende del techo. Su compañero se acerca con la intención de retirar el casco de la cabeza de la joven.

- No debió insultar a su anfitrión, a él no le gusta compartir lo que es suyo, deberá ser muy convincente para que la perdone...

El casco se queda en las manos del conserje dejando la cara unos segundos a merced de la lente del ojo que les vigila desde el techo.

-Ahora vamonos


Con mayor suavidad de la demostrada dirige a la muchacha hacia el ascensor para continuar por un corto pasillo hasta la puerta que era el objetivo de Artemisa.

La puerta se encontraba abierta.

- Mi trabajo termina aquí... disfruta de la noche.

Un pequeño empujón a la puerta para despejar el camino de la mujer.

- Ahora si podemos subir, su juicio espera.- Su tono es jocosamente irónico.

La habitación a oscuras, sin ninguna luz visible, las persianas bajadas... una sensación extraña se apoderó de la muchacha, un olor familiar a... no podía ser.... aquella madera de nuevo.

- Está bien, que sea como quieres, seguro que al señor le gusta – Le coloca la esposa en la muñeca derecha primero con mucha suavidad mirando de reojo a la cámara con nerviosismo- aunque claro está... esto ha de ser ....-
Sin dar tiempo a terminar la frase tira de los grilletes hacia él girando el cuerpo de la joven. El brazo se retuerce llevando la muñeca a la espalda de Artemisa. El dolor le recorre todo el brazo, el cabrón sin duda ha hecho esto más veces...

Solo un pequeño ritus de dolor demuestra Artemisa a la acción del guardia que le a torcido el brazo solo en pensamientos maldice " !!HAGG¡¡ Maldito guardia me a torcido el brazo pero debo de seguir con la treta si quiero entrar el el departamento" Mientras esta con eso el conserje le quita el caso dejando al descubierto su rostro por unos segundos a Artemisa no le gusta la idea pero ahora no tiene ninguna opción mas que seguir y rogar a dios que al menos pueda hacer algo dentro del departamento del señor Williams

Al entrar al elevador solo una idea cruza por su cabeza una y otra vez "Alberto no vengas por lo que mas quieras, no vengas a buscarme esto se a vuelto mas difícil de lo que yo creí si caigo no quiero que caigas conmigo"

Se detiene el elevador en ele piso donde se encuentra la habitación del tipo - Ahora si podemos subir, su juicio espera.- En tono irónico me lo dice el conserje a la vez que m empuja al cuarto donde se supone esta mi "juez" por así decirlo. Las luces están por completo apagadas la oscuridad domina el lugar sin dejar un dejo de luz alguna tanto de la calle como de otra fuente, el caminar de Artemisa es algo dudoso por la penumbra que reina en el lugar los nervios parecen algo alterados pero no lo suficiente como para salir corriendo de ese lugar. Al dos pasos mas huele algo familiar, algo que no hace mucho olio y recuerda con mucho temor y odio a la vez en voz alto solo alcanza a exclamar.

-Sándalo la misma fragancia que tenia el oriental en el teatro. ¿No me digas que eres tu el que esta de tras de todo esto? sal de las sombras y dejame ver tu cara amarilla y desgraciada ¿Que esperas o acaso me tienes miedo sal de las sombras y dime cuales son intenciones de verdad? Oriental estúpido

Artemisa tensa todos los músculos de su cuerpo tal fiera enjaulada, solo en espera de ver la cara de su captor y tenerla grabada en su memoria como una amenaza inminente para un futuro; si es que hay un futuro mas adelante.

La puerta se cierra haciendo más profunda la negrura de la sala. Las persianas cerradas a cal y canto, todas las lámparas apagadas, ninguna fuente de luz salvo.... en el fondo de la sala, junto a la pared de la derecha un pequeño reloj digital, el de un vídeo, tal vez.

La ira de la joven se hacía cada vez más y más palpitante, con los nervios a flor de piel y aquel olor golpeándole en las fosas nasales...

- Debería ser más amable, ya sabe, en casa ajena hay que mostrar respeto por el anfitrión.- La voz era sin duda la del misterioso oriental del teatro.
- Ahora me obliga a ser brusco con usted... lamento mucho esta situación- Un chasquido de dedos y la joven se encontraba en el suelo.

Parecía que el hombre no estaba solo en la habitación. Un duro golpe contundente en las rodillas la había obligado a doblar las piernas y ahora se encontraba tumbada sobre una alfombra o tal vez moqueta con las piernas dobladas y la cara retorcida por el dolor. A escasa distancia, al menos así lo creía se encontraba su “amigo”, el sonido de su voz parecía decirle que estaba en lo cierto.

- Bien señorita... ahora dígame, ¿porqué ha hecho caso omiso de nuestra conversación?, dependiendo de sus motivos Alberto morirá de una forma más compasiva o.... mejor que no lo sepa.

Con el dolor en la rodilla al golpear el suelo sus ojos no cambiaban en lo mas mínimo la rabia qué llevaba dentro aunado con las palabras del oriental al decirle lo de Alberto.

-Mas le vale que no le pase nada a el si no yo misma vendré por su cabeza desde el mismo infierno si es necesario. Deje esto entre usted y yo no meta a terceros en este asunto se lo advierto dejelo a el en paz si desea puede meterme a la cárcel o matarme como mas le plazca pero si le hace tan solo un rasguño a Alberto tendrá que cuidar sus espaldas por le resto de lo que le quede de vida

La rabia en ella se agolpa como un millón de aujas en todo su cuerpo sus labios sangran al morderselos una y otra vez al ver la impotencia que tiene en estos momentos. Cierra los ojos y en su mente imagina la sonrisa burlona del oriental al verla en esa situación. Su mente le muestra la imagen de Alberto, el oriental con una pistola en mano, Alberto corriendo para ponerse a cubierto, la pistola humeante y después el cuerpo de Alberto caer pesadamente sin vida y la cara de el oriental con la misma risa burlona como la de un psicotico sediento de sangre. Abre los ojos y lo primero que hace es levantarse de rayo con lágrimas en los ojos y gritando a todo pulmón.

-MALDITO DEJALO EN PAZ ES LO UNICO QUE ME QUEDA EN LA VIDA Y SI LO TOCAS PAGARAS CON TU VIDA SIN IMPORTAR QUE ME LLEVE TODA LA ETERNIDAD HACERLO. LO HARE LO JURO POR MI VIDA MISMA !!!DEJALO EN PAZ MALDITO ORIENTAL DE MIERDA¡¡¡

Una sonora carcajada estalla en los oídos de Artemisa haciendo que pierda aún más el control.

- No estás en posición de dar ordenes a nadie, es más, creo que deberías comenzar a preocuparte por como vas a suplicar por tu vida.

Una pequeña lámpara se enciende delante suyo. Apoyada en una pequeña mesita en el lateral de un sofá ilumina tímidamente la habitación. Sentado en él, un hombre de rostro familiar, rasgos asiáticos, traje gris... puede que otro diferente al de hace un rato.

- Bien, bien, bien. No tocar, no mirar, no oler.... ni siquiera pensar.... pensé que mis ordenes habían sido claras. Tanta comida basura no os deja pensar, puede que sea por eso.

No sabía porqué pero algo en aquel hombre no acababa de cuadrarle, tal vez era la entonación, las palabras, la forma de moverse mucho más agitada, o puede que era la rabia que se agolpaba en su cuerpo hacia aquel individuo lo que le hacía verle totalmente diferente a como había sido en el teatro.

- Tal vez necesitamos un regalo, una pequeña caja para que las amenazas dejen de tener significado. ¿Una mano estaría bien?, seguro que a Alberto no le importa compartirla con nosotros.

El hombre se regodea en la reacción que esas palabras provocan en la joven que se revuelve en el suelo, acercando su cara a ella.

- Por el momento tu no pagarás las consecuencias.... ese privilegio le corresponde a él. Si comienzas a hacer caso... puede que sobreviváis casi enteros.

Sobre la moqueta deja caer un pequeño colgante.... una joya familiar, ¡La medalla que siempre llevaba al cuello!, ¿como podía ser?, no habían tenido tiempo de... ¿o si?.

Los ojos de Diana eran rojos, no por haber llorado hace apenas unos instantes si no por que eran inyectados por la rabia de su interior al ver todas las acciones del oriental solo una palabra en la mente de Diana se formaba. "venganza" al ver de pronto el collar que ella llevaba ese collar era de su madre se la había dado cuando ella tenia tan solo tres años; era una reliquia familiar antes era de su abuela, después paso a su madre y ahora era de ella era el único recuerdo que no se quitaba en publico eso la hacia tener fuerza ante cualquier circunstancia. Ahora se sentía mas iracunda que antes de lo que le hubiera dicho ù hecho el oriental, su sangre hervía, sus músculos se trenzaron mas de lo acostumbrado y su voz cambio de la ira habitual a la rabia total. Con la cabeza agachada sin ver a los ojos al oriental musitas unas palabras apenas audibles para los que están el cuarto

-Me siento mas furiosa que antes estúpidos ya han logrado lo que buscaban hacerme enojar...... No mejor dicho hacer que la rabia este presente en mi. Tu maldito oriental eres culpable de lo que pase a futuro no me are responsable de las consecuencias desde hoy en adelante.

Tocaste lo mas sagrado para mi en esta tierra y es el recuerdo de mi madre, te atreviste a tratar de amenazar a gente inocente, intentaste humillarme de todas las formas que sabes,¿Pero sabes algo? te lo agradezco ahora no tendré remordimientos al matarte a ti y a todos lo que te ayudan en esto.

Artemisa levanta la cabeza y ve a los ojos la oriental y habla esta ves con toda serenidad como si si la platica fuera de dos amigos de mucho tiempo. -Mira este rostro que sera el que veas de aquí hasta que mueras y no sera una muerte rápida si así lo crees; haré que sufras mas de lo que me has hecho sufrir hasta ahora. Tanto que desearas la muerte y no te daré eso gusto hasta que me sienta satisfecha por verte arrastrando a mis pies como el gusano que resultaste ser. Sera todo un espectáculo que lo disfrutare de aquí hasta que muera.

La mirada de Diana a cambiado de ser antes la mira llena de alegría por la vida a la de unos ojos vacíos llenos de oscuridad. La mas profunda de su ser al tener la vista frente al oriental vuelve a hablar.

-Ahora ya que lo sabes te diré el por que de mi nombre. Me hago llamar ARTEMISA ¿Y tu sabes por que me llamo así? Bueno te lo dije en honor a la diosa Griega de la sabiduría y protectora de las caza, también por ser la mas justa con las personas la única si me lo preguntas y por lo mismo haré honor a su nombre. Impartire justicia para las personas que has maltratado y pisoteado. Bueno ya hecha las presentaciones ¿Que opinas de tu juez y tu verdugo maldito oriental?.

Al terminar una sonrisa se dibuja en el rostro de Diana pero su sonrisa es mas maquiavélica que una sonrisa normal.

Una fuerte patada impacta en la boca del estómago de Artemisa que no puede más que retorcerse de dolor en el suelo, tratando de aguantar su sonrisa, cosa que no consigue.

- ¡Eso no es necesario!, hace unos minutos ha dejado de ser una amenaza.- Las palabras del hombre eran para alguien que Artemisa no llegaba a ver, el que le había pegado la patada- Bonitas palabras pero carentes de significado. Lamento llegar a estos extremos con las nuevas mascotas pero... aún así os daré a elegir, ¿que mano preferís que pierda vuestro amigo?, dispones de medio minuto para elegir, en caso contrario puede perder algo más que una mano.

El tono del hombre era diferente al del que había escuchado en el teatro, más duro, más directo, más seco... la expresividad también habían cambiado... la voz era la misma pero había algo raro.

- Así espero que hagas más caso cuando te hablen....¿derecha o izquierda?.

Una fuerte patada impacta en la boca del estómago de Artemisa que no puede más que retorcerse de dolor en el suelo, tratando de aguantar su sonrisa, cosa que no consigue.

- Así espero que hagas más caso cuando te hablen....¿derecha o izquierda?.

En el suelo Artemisa intenta reír de nueva cuenta su risa es entrecortada por el golpe de hace unos momentos levanta la cara; la expresión de la misma después de escuchar las palabras de el tipo que sabe que la golpeo trata de seguir con su risa. -Jumh..jumh..jumh..Divertida manera de tratar de salir de esta situación ¿no lo crees? Que se siente que a pesar de tus amenazas no puedes evitar mis palabras. Te causan algo ¿tal vez que en verdad te da miedo? saber que a pesar de todos tus intentos no tienes el poder para que me retracte de lo dicho. !!!Haaaaa¡¡¡ En fin me has pedido que eliga bueno eligiere ¿Que sera bueno? ¿Que sera bueno elegir? !!Haa¡¡ ya se tu cabeza en una charola de plata.

No creas que podrás escapar de mi. Te lo he dicho y te lo repito tu seras mi presa y te buscare, tomara tu cabeza y disfrutare el ver como es que sufres alimaña oriental.

Diana sigue sin cambiar la actitud anterior es como si algo en su interior hiciera sacar todo lo malo de ella y dejar atrás todos los sentimientos compasivos que siempre lleva para con los demás. En especial al escuchar de nuevo la amenaza de que le corten la mano a Alberto, lo mas preciado para ella en la vida después de la memoria de sus padres fallecidos.

- Si así lo quieres.... así será, aunque es una lástima, era un hombre capaz.

El hombre hace una pausa recogiendo algo de la mesa adyacente al sofá.

- Bueno, ya habéis oído, a vuestro gusto. Al terminar acercar el “regalo” para la señorita. En cuanto a él... evitad que muera, todavía quedan muchas partes que pueden ser más que útiles, sin contar su información claro.

El sonido es inconfundible, una tapa de móvil cerrándose.

- Creo que una buena ducha fría sería ideal mientras le traen algo para que cambie de opinión.

Artemisa es arrastrada por las esposas hasta el baño por un hombre corpulento del que no puede ver la cara. Con poco tacto es tirada dentro de la bañera, no podría decir si entre dos o más personas, pero el impacto y la velocidad son más que considerables. Aterriza aún boca abajo con sus pies sobresalen mientras un lujoso tapón se le clava en la cara.
Cuando intenta apartarse de la molesta marca un chorro de agua helada comienza a caer sobre ella helándole todo el cuerpo, penetrando el frío hasta los huesos.


Tras varias tentativas de cambiar de posición, frustradas por sus captores la vuelven al suelo del baño, sobre una pequeña alfombrilla empapada.
No sabría decir cuanto tiempo había pasado bajo aquel chorro pero sin duda había sido terriblemente duro. Los músculos estaban agarrotados, su piel había tomado un color violáceo y no podía coordinar movimiento alguno salvo una incontrolable tiritona.

- Esto es lo que le habíamos prometido.

Su cabeza es levantada y sujeta para que pueda ver lo que le muestran.
En el frente una caja de madera, con un color pálido sujetada por las manos del oriental. El tamaño era considerable.
Tras cerciorarse de que la mujer viera bien lo que le enseñaban el oriental abre la caja.

Lo que vio la dejó sin palabras, brutalmente impactada.

El frió en todo su cuerpo hizo volver un poco de la cordura de Diana; mientras el agua helada le golpeaba una y otra vez su cerebro empezaba a entender cada una de las cosas que habían pasado en el cuarto contiguo.

Era la mano de Alberto la que vio en esa pequeña caja o solo era una jugarreta del oriental para sacar las de quicio pero no podía ser una jugarreta le decía otra parte de su cerebro al reconocer el anillo que Alberto siempre usaba su cabeza para estas alturas era todo un caos sin principio y fin.

Después de mucho luchar por tratar de que el chorro de agua helada dejara de golpear su cuerpo esta se detiene, el titiritero después de que el aire al tocar su piel se hace mas que evidente, los labios morados, la piel blanca por la falta de circulacion de sangre caliente, y la clásica piel de gallina en toda su carne al contraerse para poder conservar el poco calor que queda de su cuerpo. Es algo que ella no ve en estos momentos las imagenes en su cabeza revolotean como polillas al estar frente de un foco; su cabeza inclinada no desea saber nada del demás mundo que esta alrededor de ella, ni siquiera de el tipo que la puso en la bañera y abrió el agua helada de hace unos minutos.

El brusco levantar de su cara la saca de sus pensamientos, tal vez sea el seguetear aprisionante de su cara; o como fue levantada la misma de los cabellos mojados de Diana. El caso es que es lo suficiente mente fuerte para poder hacerla volver a la realidad de esta mundo.

Sus ojos sin señales de estar por completo con alguna chispa de lucidez ven al oriental acercarse y musitar algo, incomprensible para ella en este estado solo ve como los labios del oriental se mueven y dibujan una sonrisa macabra al acercarle una caja a su rostro.

No hay palabras para lo que ve, no salen de ella se agolpan tratando de salir, intenta gritar pero no sale sonido alguno. Piensa que sus ojos le engañan su cerebro trata de distorsionar las cosas, doblegar su voluntad y hacerla caer hasta lo mas bajo del abismo. Por un momento suelta una lágrima ante lo que ve frente de ella

Solo una chispa en su cabeza se prende hace que se bloque todo lo que ella conoce como cordura y vuelve a hacer la sonrisa maquiavélica que tenia cuando esta siendo maltratada por el oriental y el otro tipo. Su voz cambia y solo unas cuantas palabras sale de ella en ese momento que ni incluso los que estaban ahí se esperaban.

-Bien y que sigue después según tu, no me digas que es lo mejor que tienes para mi agradezco el regalo pero ni eso evitara que te mate. Bien que siga el juego ¿Que mas tienes para mi?

- La verdad es que si, una oportunidad de que tu amigo pueda salir con vida de esta y quién sabe, quizás tu también.

Con fuerza sujeta la cara de la muchacha y seca su pelo con una toalla, haciéndola entrar en calor poco a poco.

- Lamentamos el haber tenido que pedirle un par de piezas prestadas pero...no nos has dejado opción.

El hombre que la vigila la vuelve a levantar y la dirige hacia el salón nuevamente.

- Tiene que hacer un trabajito para nosotros y esta vez espero que lo haga mejor de lo que pretendía hacerlo aquí.
- ¿De acuerdo?

La luz ahora encendida en el salón deja ver en una mesa con papeles sobre ella.